lunes, 25 de junio de 2007

20 Respuestas de programadores cuando los programas no funcionan

Me ha llegado un correo bastante curioso que procedo a traducir a continuación. Las 20 respuestas que más utilizan los programadores cuando sus programas no funcionan:

20. "Pues es raro…"
19. "Nunca había pasado antes."
18. "Pues ayer funcionaba…"
17. "¿Cómo es posible?"
16. "Tiene que ser un problema de tu hardware."
15. "¿Qué hiciste mal para lograr que fallara?"
14. "Algo debe de estar mal en tus datos."
13. "¡Si no he tocado ese módulo en meses!"
12. "Debes de estar usando una versión anterior."
11. "Es sólo una desafortunada coincidencia."
10. "¡Es que no lo puedo probar todo!"
9. "ESTO, no puede ser la causa de ESO."
8. "Funciona, pero no lo he probado."
7. "¡Alguien debe de haber cambiado mi código!"
6. "¿Has comprobado que no haya algún virus en tu sistema?"
5. "Ya se que no funciona, ¿pero te gusta?"
4. "No puedes utilizar esa versión en tu sistema"
3. "¿Por qué quieres hacer eso?"
2. "¿Y tú dónde estabas cuando se colgó el programa?"

Y la respuesta número uno de los programadores con programas que no funcionan es:

1. "¡EN MI MÁQUINA SI FUNCIONA!"

miércoles, 6 de junio de 2007

Murió el sentido común

Hoy lloramos la muerte de un querido amigo, Sentido Común, que ha estado entre nosotros durante muchos años. Nadie sabe a ciencia cierta cuántos años tenía, puesto que los datos sobre su nacimiento hace mucho que se han perdido en los vericuetos de la burocracia.

Será recordado por haber sabido cultivar lecciones tan valiosas como que "hay que trabajar para poder tener un techo propio sobre la cabeza", "que se necesita leer todos los días un poco", "saber por qué los pájaros que madrugan consiguen lombrices", y también por reconocer la validez de frases tales como "la vida no siempre es justa", y "tal vez haya sido yo el culpable".

Sentido Común vivió bajo simples y eficaces consignas ("no gastes más de lo que ganas") y estrategias parentales confiables ("los adultos, no los niños, están a cargo").

Su salud comenzó a deteriorarse rápidamente cuando se aplicaron reglas bien
intencionadas pero ineficaces: informes respecto de un niño de seis años acusado de abuso sexual por haber dado un beso a una compañera de clase; adolescentes que debieron irse a otro colegio por haber denunciado a un compañero distribuidor de droga, y una maestra despedida por reprender a un alumno indisciplinado, sólo hicieron que empeorara su condición.

Sentido Común perdió terreno cuando los padres atacaron a los maestros sólo por hacer el trabajo en el que ellos fracasaron: disciplinar a sus ingobernables hijos.

Declinó aún más cuando las escuelas debieron requerir un permiso de los padres para administrar una aspirina, poner protector solar o colocar una curita a un alumno aunque eso sí, no podían informar a los padres si una alumna estaba embarazada y quería abortar.

Sentido Común perdió el deseo de vivir cuando los Diez Mandamientos se convirtieron en material risible, algunas iglesias en negocios y los criminales empezaron a recibir mejor trato que sus víctimas.

Para Sentido Común fue un duro golpe que uno ya no pueda defenderse de un ladrón en su propia casa, pero que el ladrón pueda demandarnos por agresión; y que si un policía mata a un ladrón, incluso si éste estaba armado, sea inmediatamente investigado por exceso de defensa, cuando no acusado de gatillo fácil.

La muerte de Sentido Común fue precedida por la de sus padres, Verdad y Confianza, la de su esposa Discreción, la de su hija Responsabilidad y la de su hijo Raciocinio.

Lo sobreviven sus tres hermanastros: Conozco Mis Derechos, Otro Tiene la Culpa, y Soy Una Víctima de la Sociedad.

No hubo mucha gente en su funeral porque muy pocos se enteraron de que se había ido.

martes, 5 de junio de 2007

Cuando no todo sale como quisieramos

Muchas veces nos quejamos que lo que nos pasa no nos debería de pasar a nosotros, pero no sabemos que pasaría en el caso de que ocurriera lo contrario, que sería de nuestra vida si todo fuera color de rosa, si todo nos saliera bien, talvez nuestras vidas se tornarían aburridas y poco interesantes, pero detrás de todo eso, que tal si nos quejamos de que nos haya dejado el avión y luego prendemos la tele y vemos que el avión que nosotros ibamos a abordar acaba de estrellarse con las torres gemelas. Estoy seguro que a más de una persona le ocurrió la historia que les acabo de contar, o muchas veces nos quejamos que los chicos populares del colegio no quieren ser nuestros amigos, y tiempo después nos damos cuenta que en una de esas fiestas de chicos populares cayo la policia y encarcelaron a todos por posesion de drogas, basta de quejarnos de lo que no nos sucede y empecemos a disfrutar lo que nos evitamos gracias a las cosas que no suceden. Les dejo esa reflexion para que cada día piensen que si no pasa lo que queremos deberá tener un motivo.