lunes, 11 de agosto de 2008

Post Operacion

Una vez que hubo recobrado el conocimiento, el médico se acercó a su cama y le dijo que el trasplante de corazón había sido un éxito. Pero él, aturdido aún por la anestesia y por un lenguaje lleno de sístoles y diástoles, desconfiaba. Él no quería saber si bombeaba bien o mal sangre, no le importaba mucho si el número de pulsaciones era el adecuado… Él necesitaba otra cosa y por eso, temblando, pidió que su esposa entrara en la habitación.

La espera se le hizo eterna. La marcha de la enfermera pareció trascurrir a cámara lenta, el lapso de tiempo hasta que el chirrido de la puerta anunció que su mujer estaba entrando fueron horas.

Sin embargo, al verla y sentir aquella sensación tan agradable y familiar, todos sus sufrimientos se vieron recompensados y, por fin, pudo respirar tranquilo.

Su nuevo corazón amaba igual que el viejo.

No hay comentarios.: